domingo, 9 de junio de 2013

Haz el amor, no la guerra

Herbert Marcuse estudió en profundidad a Freud y realmente compartía la idea del "depósito de energía" según la cual, la energía instintiva (por la que realizas tus instintos más básicos) que se aplica a un objetivo ya no está a nuestra disposición para aplicarla a otro.
Si aplicamos esta teoría freudiana a aspectos concretos como la violencia, podríamos llegar a la conclusión de que siguiendo una liberación de la sexualidad se reduciría la conducta ido lenta de los individuos.
Tanto la violencia como la sexualidad se mueve por esa energía instintiva que llama Freud, son instintos básicos en el ser humano, que con el tiempo y la sociedad se han ido reprimiendo. Pero yo creo que se han reprimido en la dirección equivocada, en muchas sociedades se ha valorado la violencia fisicia y se ha ocultado la sexualidad, era tabú, un deseo carnal que no se debe satisfacer cuando en realidad la violencia es un deseo tan físico como el apetito sexual y que causa mucho más daño. En vez de reprimir la violencia de los individuos, durante mucho tiempo ésta se ha exaltado y se ha reprimido su erotismo.
Marcuse apuesta por una liberación erótica (esto es algo fuertemente arraigado en el movimiento hippie) como modo de que la energía instintiva se libere y así decrezca la violencia.

¿Esta teoría funcionó?
Parece que sí, el movimiento hippie que supuso la liberalización de la sexualidad y la transgresión femenina rechazaba de lleno la guerra, poco a poco se fue sumando más gente a la dura critica antibélica y un gran sector de la sociedad (especialmente de la estadounidense, que es donde nace too esto) aprendió a ser críticos y no aceptar la violencia injustificada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario