martes, 11 de junio de 2013

Conclusión

Marcuse es un autor que me llamó la atención cuando lo estudiamos en la primera evaluación, entonces me entró curiosidad por saber más sobre su planteamiento, sus posturas ideológicas, etc. Con este proyecto de clase se nos ha brindado la oportunidad de meternos en el pensamiento de algún filósofo y yo elegí Marcuse por ese interés que he tenido desde que sé de su existencia.
Poco a poco he ido adentrándome en sus planteamientos sociales, políticos y económicos y aunque en algún aspecto he podido no coincidir con su veredicto, en general me han gustado sus ideas.
Marcuse nos dice que el ser humano está dominado. Está dominado por la sociedad ¡que está formada por él mismo! En esta sociedad sólo existe la producción, todo gira en torno a la producción de objetos.
La sociedad ignora las demás capacidades del hombre y sólo se centra en esa, en la producción (por eso dice que el hombre es un ser unidimensional).
Cómo sólo se nos valora por nuestra dimensión productiva, cada vez producimos más y para poder absorber este ritmo desenfrenado de producción, nos hemos creado necesidades, expectativas, aspiraciones, todas en función de la producción, todas ellas, falsas. Esto nos lleva a un consumismo extremo, en el que sólo nos preocupamos del aspecto económico de las cosas y no del verdadero bienestar de todos los humanos.

Para poder entender bien este planteamiento comencé a leer su conocida obra, "El h
ombre unidimensional". En ella no sólo expone lo que he comentado antes, también responde a preguntas que te vas haciendo y consigue darle forma a su completo pensamiento.
Nos explica las razones de que el ser humano no haga nada por cambiar esta situación sin sentido: Marx sostenía que a lo largo de la Historia los cambios se han producido por la lucha de clases, el continuo forcejeo de poder entre las clases dominantes (los que controlan los medios de producción) y los dominados (los que tienen la fuerza de trabajo). En su época estas dos clases se identificaban con burguesía y proletariado.
Marcuse rechaza esta idea y sostiene que ya no es real, que en la actualidad estas dos fuerzas opuestas en un principio se han integrado, ya no luchan por lo mismo, sino que ambas desean la perpetuación de esta sociedad y ninguna va hacer que esto cambie.
Esto se debe a que los Estados hacen pasar sus intereses particulares por intereses nacionales e incluso universales, intereses que parecen extensibles a todos los humanos. Esto lo hacen gracias a los medios de comunicación de masas que se han desarrollado con gran rapidez en la Historia más cercana (radio, televisión e internet sobre todo). Así es cómo las necesidades políticas de la sociedad se convierten en necesidades y aspiraciones individuales.

Esta paz y estabilidad social se sostiene por la siempre yacente amenaza de guerra. Estas causas del peligro son las que determinan cómo organizamos la sociedad y el modo en que la estructuramos, precisamente es lo que permite que se perpetúen esos supuestos peligros. La estructura de la defensa hace la vida más fácil para un mayor número de gente y por ello se mantiene intacta.
El uso de la tecnología hace más fácil que se produzca una dominación del hombre, pero no sólo sobre la naturaleza, sino sobre otros hombres también. El hombre que vive en el primer mundo, el mundo que tecnológicamente está muy desarrollado, controla a los otros países "pretecnológicos" y se aprovecha de sus recursos, endeudándoles y quitando las posibles oportunidades de que esta situación cambie.
Cuando el nivel de vida de los ciudadanos crece, entonces parece que un sentimiento de disconformidad con el sistema que te procura este crecimiento, es inútil. No sirve de nada quejarse de las injusticias si es por ellas por las que vives bien. Por eso los cambios sociales se suelen dar en épocas de recesión económica.

Marcuse también propugna que las circunstancias históricas, sociales, culturales, geográficas, etc. determinan las necesidades, aspiraciones y la satisfacción humanas, en fin, tu subjetividad.
Él dice que tenemos que diferenciar entre necesidades y objetivos de verdad y falsos (impuestos) para que podamos escapar de esta situación.

También echa un vistazo a las teorías freudianas y así es cómo llega a la conclusión de que para que la violencia no domine (él defendía la revolución social pero pacífica) es necesario qu
e se produzca una liberalización de la sexualidad.

Por todos estos planteamientos se le considera uno de los autores más importantes dentro de la Escuela de Frankfurt y es uno de los más implicados cuando estas teorías que propugna llegan a la calle (Nueva Izquierda) dando su apoyo en manifestaciones y discursos públicos.

Si quieres adentrar más en alguno de sus planteamientos te recomiendo que eches un vistazo a mis entradas anteriores, más breves que esta, veas mis tweets (todos con el hashtag #MarcusAl desde mi perfil @AlpinedaFilo) o leas alguno de sus libros ("Eros y la civilización" si lo que más te ha interesado ha sido lo de la liberalización del erotismo o "el hombre unidimensional", donde trata sus planteamientos más importantes e incendiarios).
Si quieres una opinión más "oficial" entra en http://www.marcuse.org/herbert/



La verdad es que es uno de los trabajos que más me han gustado, no sólo porque el tema a tratar era interesante sino porque la manera de desarrollarlo era totalmente nueva e innovadora utilizando plataformas sociales.

 Sepultura de Herbert Marcuse, muy simple, en ella sólo puedes leer nombre, fechas y una inscripción en alemán, que anima a cambiar la situación de la sociedad "¡Sigue haciendo!".

Tweet Original

Aquí podéis ver una transcripción del discurso original completo:
http://www.marcuse.org/herbert/pubs/60spubs/67dialecticlib/67LibFromAfflSociety.htm

Este es mi vídeo en el que revivo el discurso pronunciado en Londres en 1967, un año antes de que estallara el mayo francés, en medio de revueltas sociales, muchas de ellas animadas y apoyadas por él.


La Nueva Izquierda

Es un término comúnmente usado para describir los movimientos revolucionarios que se dieron sobre todo en Gran Bretaña y Estados Unidos durante la década de l 960 (y también parte de 1970). Fue un movimiento social formado por activistas, educadores y agitadores antibelicistas. Guarda una gran relación con el movimiento hippie estadounidense, con el que se funde en algunos actos.
Critican el capitalismo y, aunque están influenciados por ello, también el marxismo. Se separan de la "vieja izquierda" en cosas como su defensa de los derechos de los gays, el aborto, la completa igualdad de géneros y la reforma del uso de drogas.
También se diferencian en que rechazan de pleno las uniones de trabajadores (sindicatos) y no aceptan la teoría marxista de la lucha de clases (ya que como dice Marcuse y expliqué en entradas anteriores, las dos clases ya no luchan entre sí sino que ambas se muestran dominadas).

En EE.UU. fue muy importante este movimiento, sobre todo en zonas con muchos estudiantes y jóvenes, como en California. En la Universidad de California, Berkeley tuvieron lugar unas protestas llamadas "Movimiento de Libertad de Discurso". En estas protestas reclamaban que hubiese total libertad académica y se realizaban discursos por verdaderos intelectuales, pero sobre todo, por estudiantes.
Uno de los mayores reproches al Gobierno era el apoyo en la Guerra de Vietnam (uno de los mayores conflictos de la Guerra Fría) a la parte sur, se veía como una guerra injusta e innecesaria.
Bajo este marco de descontento social nacen movimientos europeos también, como el mayo francés, la primavera de Praga, las protestas estudiantiles alemanas (en Bonn), suecas (en Estocolmo) e incluso en Japón dónde llegan a crearse grupos terroristas de ideologías izquierdistas.

Sin ninguna duda la influencia más grande que tiene esta nueva manera de pensar es la de Herbert Marcuse, aunque tampoco hay que obviar los planteamientos de Rosa Luxemburgo (2ª Internacional, revolución socialista de 1918 en la Rep. de Weimar), Aldous Huxley ("Un mundo feliz"), Leon Trotsky (partidario de la revolución mundial permanente), Albert Camus (absurdismo), Peter Kropotkin (anarcocomunismo), George Orwell ("1984", "Rebelión en la granja"), Jean Paul Sartre (existencialismo ateo) o Malcolm X (defensor de los derechos de los negros).


http://chronicle.com/article/Occupy-This-Is-It-Comeback/130028/
http://www.theoccidentalobserver.net/2011/08/it’s-not-impossible/
http://en.wikipedia.org/wiki/New_Left#British_New_Left_periodicals

domingo, 9 de junio de 2013

Haz el amor, no la guerra

Herbert Marcuse estudió en profundidad a Freud y realmente compartía la idea del "depósito de energía" según la cual, la energía instintiva (por la que realizas tus instintos más básicos) que se aplica a un objetivo ya no está a nuestra disposición para aplicarla a otro.
Si aplicamos esta teoría freudiana a aspectos concretos como la violencia, podríamos llegar a la conclusión de que siguiendo una liberación de la sexualidad se reduciría la conducta ido lenta de los individuos.
Tanto la violencia como la sexualidad se mueve por esa energía instintiva que llama Freud, son instintos básicos en el ser humano, que con el tiempo y la sociedad se han ido reprimiendo. Pero yo creo que se han reprimido en la dirección equivocada, en muchas sociedades se ha valorado la violencia fisicia y se ha ocultado la sexualidad, era tabú, un deseo carnal que no se debe satisfacer cuando en realidad la violencia es un deseo tan físico como el apetito sexual y que causa mucho más daño. En vez de reprimir la violencia de los individuos, durante mucho tiempo ésta se ha exaltado y se ha reprimido su erotismo.
Marcuse apuesta por una liberación erótica (esto es algo fuertemente arraigado en el movimiento hippie) como modo de que la energía instintiva se libere y así decrezca la violencia.

¿Esta teoría funcionó?
Parece que sí, el movimiento hippie que supuso la liberalización de la sexualidad y la transgresión femenina rechazaba de lleno la guerra, poco a poco se fue sumando más gente a la dura critica antibélica y un gran sector de la sociedad (especialmente de la estadounidense, que es donde nace too esto) aprendió a ser críticos y no aceptar la violencia injustificada.

viernes, 7 de junio de 2013

Nos domina la tecnología.

Según Marcuse, la tecnología sirve para instituir formas de control y cohesión social más efectivas, agradables para los dominados y más difíciles de detectar.
Además, al extenderse al resto del mundo (el mundo subdesarrollado) estas formas de tecnología también se extiende el poder y dominio del primer mundo sobre éstos países.

Esta dominación se hace a través de la explotación de los recursos naturales de estos países, la producción de los objetos en el extranjero y la venta de estos productos ya fabricados con sus propias materias primas. Estos países se vuelven dependiente de los del primer mundo (necesitan el poco dinero que éstos pagan por sus recursos) y después necesitan comprarles los productos tecnológicos fabricados por ellos, por lo que aumentan su deuda pública. Sería mejor enseñarles a explotar sus recursos y dejar que sigan su propia vía de desarrollo, pero entonces los países dominantes no harían un buen negocio.

"Ante las características totalitarias de esta sociedad, no puede sostenerse la noción tradicional de la neutralidad de la tecnología. La tecnología como tal no puede ser separada del empleo que se hace de ella; la sociedad tecnológica es un sistema de dominación que opera ya en el concepto y la construcción de técnicas."
 Herbert Marcuse,
cita de "El hombre unidimensional"

jueves, 6 de junio de 2013

¿Cómo nos marca el aparato productivo?

En "El hombre unidimensional", Marcuse analiza la sociedad productiva actual. Nos desvela cómo funciona y qué fines persigue el aparato productivo actual.
Marcuse nos hace ver que se le ha dado la vuelta a los procesos de producción: actualmente no se produce porque se necesite, se necesita porque se produce. Me parece que este ritmo de acelerado crecimiento productivo en el que vivimos hace que nos creemos necesidades innecesarias, nos hace creer que necesitamos consumir todo lo que produce. Además, estas necesidades cada vez son menos duraderas, son necesidades momentáneas, de usar y tirar, para que así se consuma más aún.
“En esta sociedad, el aparato productivo tiende a hacerse totalitario en el grado en que determina, no sólo las ocupaciones, aptitudes y actitudes socialmente necesarias, sino también las necesidades y aspiraciones individuales”
 Herbert Marcuse,
cita de "El hombre unidimensional"


De esta cita, una de las cosas que más me llama la atención es que el aparato productivo determina nuestras aspiraciones individuales, me parece una idea interesante que no desarrolla después (al menos hasta donde he leído). Estoy bastante de acuerdo con esa afirmación, ¿cuántas personas han rechazado una carrera porque no tiene salidas laborales? Estas salidas laborales están determinadas por el aparato productivo de tu contexto histórico. Si se construyen muchos edificios, se necesitarán más arquitectos y seguramente, los haya. Es cierto que todos vamos descubriendo nuestras vocaciones y que siempre intentamos no renunciar por completo a ellas, pero vamos redirigiendo estas mismas vocaciones según vemos lo que necesita el mercado laboral. ¿Por qué ponemos nuestras aspiraciones personales en manos de la sociedad productiva?

La Historia


He seguido leyendo el libro de Herbert Marcuse "El hombre unidimensional" y he encontrado varias citas interesantes que me han hecho pensar. Una de ellas es la siguiente:
"La historia es el reino de la posibilidad en el reino de la necesidad."

 Herbert Marcuse,
cita de "El hombre unidimensional"



Me hace pensar sobre lo fácilmente manipulable que es la Historia, siempre se ha dicho que está escrita por los vencedores y yo creo que eso es totalmente cierto.
La Historia es algo que se puede enseñar de distintas maneras para que influya en nosotros de una forma determinada, es fácil enseñar los hechos de una manera un poco distinta para que cambie la perspectiva general.
De hecho una de las primeras medidas que tomó Bernhard Rust, el ministro nazi de educación, fue reescribir la Historia, cambiar los libros de texto para formar una imagen un poco deformada de los acontecimientos hasta el momento y así reeducar a los más pequeños para poder mantener la estructura social nazi.
Por eso Marcuse lo dice, porque la Historia se puede adaptar a las necesidades que tengan los que están en el poder, pueden cambiar cómo contar la Historia (los hechos no se pueden cambiar) y así influir en los ciudadanos.